Así sigue la interminable lista de virtudes que le atribuyen a estos "tratamientos" tan populares y tan demandados, la realidad es muy diferente y las personas a quien ya se lo han realizado pueden saber de lo que hablamos, hoy es mi intención que estés bien informada/o acerca de estos productos y sus verdaderos "atributos".
El formol, formaldehído o metanal es un compuesto químico altamente volátil y muy inflamable. Su fórmula es H2 C=O (un átomo de carbón unido a dos átomos de hidrógeno y unida a un átomo de oxígeno). Su descubridor fue el químico alemán August Wihelm von Hofmann, en 1867. Se le conoce también como metaldehído, óxido de metileno y oxometano.
Es una sustancia sumamente volátil y abrasiva, tambien irrita los pulmones y mucosas de nuestro cuerpo incluso en su dosficación más baja.
El formaldehido está clasificado en diversas organizaciones gubernamentales de salud y seguridad en varios países como un cancerígeno agresivo, causante entre otras cosas de cancer en naríz, cerebro y posiblemente leucemia, informa el National Cancer Institute. Al sellar estos productos con calor ya sea con el secador, plancha o pistola los vapores y sus efectos se exaltan con mayor rapidéz y su exposición puede causar edema pulmonar, pneumonitis, ceguera y otros males para la salud incluso desde la primera vez.
También genera mutaciones en el ADN a través de la piel, se introduce y hace un ancla en tu ADN generando una mayor propensión al cáncer y a enfermedades respiratorias crónicas para ti y tu descendencia.
Si por alguna razón se pone en contacto con tu cuero cabelludo además de hacer todas las "gracias" antes mencionadas también entra al folículo y lo daña permanentemente al igual que con las células que producen el crecimiento capilar. El resultado es un cabello que cuando se cae no será reemplazado nunca mas por uno nuevo.
El tioglicolato de amonio, es más común en la industria ya que también se utiliza en las permanentes (bases) y otros productos para moldear el cabello cambiar su textura original. Los productos a base de Tioglicolato de amonio rompen y modifican los enlaces de las proteínas del cabello para así alterar su forma original, ya sea con rulos, planchas u otras herramientas dependiendo el resultado deseado, una exposición constante o más prolongada de lo debido, incluso por segundos puede quemar el cabello y dejarlo con textura chiclosa. Lo cual no tiene arreglo (puedes salvar un poco si aplicas un SOS para tu cabello como Hair Bliss de Bunny Von Beauty) y vas a necesitar cortarlo.
A pesar de su olor, que recuerda al amoniaco (comúnmente se dice que huele a huevo podrido o a cañería) el Tioglicolato no afecta a las vías respiratorias,dicen los fabricantes de estos productos, sin embargo siempre piden que el area esté ventilada. Así mismo, éste componente es un irritante cutáneo, por lo que se recomienda evitar el contacto directo con la piel y el cuero cabelludo.
Por último, el tioglicolato de amonio no es biodegradable de ninguna forma y daña la vida acuática y tuberías.
Muchos fabricantes de productos aseguran que éstas son sustancias orgánicas y que están hasta en la comida que consumimos... sin embargo eso no significa que sean benéficas o inocuas.
Los alisados contienen (entre otras cosas) formol y tioglicolato, químicos que además de ser tóxicos son nocivos como ya leíste abren las cutículas de tu cabello y la derriten en una sola, dejándolo sin fuerza, por eso queda super liso, y sin vida, sin movimiento literalmente petrificado.
Esto al principio queda divino, pero después con semejante nivel de daño -porque se derritió la cutícula natural del cabello-, todo lo que intentes para nutrir después solo va a mejorar a nivel superficial. Imagina tu cabello como una cebolla en capas: después del alisado solo te quedan pocas de ellas y encima derretidas, fusionadas unas con otras. Intentar que algo ingrese ahí y te ayude a recuperar la estructura es prácticamente imposible.
El efecto es temporal y al dejar tu cabello peor, pensarás en que requieres de nuevo el producto con formol y será un círculo vicioso sin fin.
Algunos nombres alternativos de tratamientos con sustancias tóxicas son el alisado brasileño (Brazilian Blow), alisado marroquino, oro maya, keratopia, cirugía capilar, keratina alisadora, keratina brasileña, alisado chocolate, alisado japonés, alisado mucota, satinique, enerjuve, botox alisador, taninoplastía, ADN vegetal, inoar, plastificado, etc...en resumen:
Si te venden algo donde te garanticen que no vas a volverte a pasar un peine ni la plancha y que te va a durar 6 meses o un año sin que hagas nada para mantenerlo te estan mintiendo o están ocultando algo que probablemente es muy malo para tu cabello.
La queratina (que es la proteína con la que el cabello está formado) no tiene nada que ver con el alisado del cabello, ya que no es lo que hace que se haga liso.
Carbocisteína: Otro químico incluido en alisados permanentes "sin formol" es la carbocisteina, que por sí misma no es nociva ya que es un aminoácido que se usa en medicamentos principalmente, sin embargo no te dicen que requiere estar forzosamente acompañada de ácido glicoxílico, y esta combinación, requiere aplicarse con calor, si, con la plancha y al calentarse genera, si adivinaste: FORMOL.
La realidad es que si el servicio existe es porque la gente lo demanda. Por algo los salones lo tienen como opción, que elijas hacerlo implica que tengas en cuenta todo esto que acabas de leer.
Las decisiones las tomamos todos: tú, el estilista, el proveedor, el que realizó el producto, el que hizo la “etiqueta o marca”, somos muchos los implicados. El día que pase algo, ¿de quién es la culpa? ¿Cuál es el límite para verte o sentirte linda? ¿Hasta dónde llegamos para satisfacer a las clientas? ¿Y nuestra ética profesional? Son preguntas que les dejo a todos los que lean esta nota y hayan probado estos servicios o piensen en hacerlo...
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