Es importante la higiene, el cuidado de la apariencia, sentirse a gusto con uno mismo, la coquetería y vanidad en una sana dosis siempre caen bien al amor propio pero recuerda siempre alimentar tu espíritu, tu mente y tu corazón con cosas/situaciones/relaciones que te brinden bienestar y paz.
Vive tu día a día, ríe hasta doler la panza, trata a los demás como quisieras ser tratado, aprecia el silencio y el ruido por igual, deja de quejarte y haz algo por cambiar "eso que te molesta tanto", siempre habrá algo bueno en el día; son nuestras acciones en vida lo que nos vuelve hermosos y plenos, lo que nos hace trascender en las vidas de quienes nos rodean. No hay nada mas bello que ser uno mismo.
¿Cómo quieres que te recuerden?
(En Memoria de Pablo Behrends Reel 1932-2012)
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